El Eneagrama es una
herramienta psicológica para el desarrollo personal a través del conocimiento
de uno mismo y de los demás. Se trata de un sistema de clasificación de la
personalidad que divide ésta en nueve tipos principales (eneatipos), cada uno con
fortalezas y debilidades que, según el nivel de desarrollo en que se encuentre
la persona (sano, medio o insano) se manifestarán de una u otra forma.
Con frecuencia nos convertimos
sin apenas darnos cuenta en prisioneros de nuestro propio ego, de nuestros
miedos y limitaciones. El Eneagrama nos permite acceder al conocimiento
necesario para escapar de esta prisión autoimpuesta y alcanzar una vida más
plena y satisfactoria. Esta herramienta nos ayuda a liberarnos de los
mecanismos restrictivos de la personalidad para que podamos experimentar más
profundamente quiénes y qué somos en realidad. Nos proporciona conocimientos
que pueden ayudarnos a desligarnos de nuestros miedos irracionales, de nuestras
obsesiones caprichosas y todos aquellos conflictos internos que nos impiden
crecer.
El Eneagrama es un mapa muy útil
para guiarnos hasta los puntos de bloqueo de nuestras particulares estructuras
de personalidad. La premisa principal en la que se fundamenta es que existen
nueve estructuras básicas de personalidad en la naturaleza humana: nueve puntos
de vista, nueve sistemas de valores, nueve formas de comprender y estar en el
mundo. Todas ellas tiene mucho en común, pero cada una manifiesta su propia
serie de actitudes y conductas, reacciones y defensas, motivaciones y hábitos,
de ahí que cada una precise su propia y única fórmula de crecimiento.
El Eneagrama muestra los patrones
a través de los cuales organizamos e interpretamos nuestras experiencias, y
parte de la base de que, si somos capaces de ver el patrón a través del cual
organizamos e interpretamos nuestras experiencias, podremos progresar de forma
más rápida y eficiente en nuestro desarrollo psicológico y personal. Así,
cuando reconocemos nuestro tipo y vemos cómo se aplica a nuestro
funcionamiento, se nos revelan algunos aspectos de nuestra personalidad que
habían estado hasta entonces ocultos. Disponemos así de mucho más espacio
psicológicos en el que poder movernos ya que nos vemos a nosotros mismos desde
una perspectiva más amplia.
A continuación, se ofrecen unas
descripciones breves que pueden servir de orientación para la identificación
del tipo. Sin embargo, para que la elección sea verdaderamente fiable, es
necesario remitirse a la literatura especializada en este tema que aporta
descripciones amplias y tests detallados para garantizar una decisión acertada.
Tipo 1: El Reformador. Persona de
principios, decidido, con control de sí mismo y perfeccionista.
Tipo 2: El Ayudador. Generoso,
efusivo, agradable con las personas y posesivo.
Tipo 3: El Triunfador. Adaptable,
ambicioso, consciente de su imagen y arrogante.
Tipo 4: El Individualista. Expresivo,
romántico, retraído y temperamental.
Tipo 5: El investigador.
Innovador, cerebral, distante y provocador.
Tipo 6: El Leal. Responsable,
comprometido, defensivo y desconfiado.
Tipo 7: El Entusiasta.
Espontáneo, versátil, disperso y exagerado.
Tipo 8: El Desafiador. Persona
segura de sí misma, resuelta, dominante y confrontadora.
Tipo 9: El Pacificador. Tranquilo,
agradable, desconectado y terco.
Los tipos 2, 3 y 4 pertenecen a
la tríada del sentimiento; los tipos 5, 6 y 7 a la del pensamiento y los tipos
8, 9 y 1 a la del instinto.
Para saber más acerca de cada tipo, así como las claves para el desarrollo óptimo de cada uno de ellos en función de sus características, pueden consultarse los siguientes manuales:
·
Tipos de personalidad. El eneagrama como método
de autodescubrimiento. Richard Riso y Russ Hudson.
·
Comprendiendo el eneagrama. Guía práctica de los
tipos de personalidad. Richard Riso y Russ Hudson.
·
La sabiduría del eneagrama: Guía completa para
el desarrollo psicológico y espiritual de los nueve tipos de personalidad. Richard
Riso y Russ Hudson.
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